Después de más de 30 años de Democracia, España está en estado de alarma. Y aunque parezca increíble, hemos llegado a este estado de alarma debido al caos aeroportuario originado ante el plante masivo de los controladores aéreos el pasado viernes 3 de Diciembre.
Ante el abandono masivo de los controladores aéreos de sus puestos de trabajo, ese mismo viernes, AENA hace público el siguiente comunicado, haciendo oficial el cierre del espacio aéreo en toda España.
Por un lado podríamos hablar del tremendo agujero (o déficit, como más os guste) de miles de millones que sufre AENA, en gran parte debido a una gestión que al menos, puede plantear más de una duda. Obras como las de las nuevas terminales de Madrid-Barajas, Barcelona o Málaga; o la creación de nuevos aeropuertos secundarios como Huesca, Lleida, Ciudad Real, etc. son ejemplos claros de obras faraónicas totalmente alejadas de la realidad.
Pero por otro lado, debemos de hablar del colectivo de los controladores aéreos como un colectivo privilegiado en nuestros días. Un controlador aéreo tiene un sueldo base de 170000 euros , si bien es cierto que este «humilde salario» se puede duplicar o triplicar a base de horas extras.
Dicho todo esto, lo que está claro es que los españoles hemos sufrido una «huelga» totalmente desproporcionada. Entre 300.000 (según AENA) y 600.000 pasajeros (según fuentes aeroportuarias) se han visto afectados por el cierre de los aeropuertos españoles. Pueden parecer simples cifras, pero detrás de cada una de estas cifras, existe una historia personal: vacaciones, negocios, compromisos, asuntos familiares, y un largo etcétera que no podríamos describir en estas líneas. Historias personales que en el mejor de los casos se tratarían de unas vacaciones perdidas.

Mapa en tiempo real - Huelga controladores aéreos España - Diciembre 2010
Porque aunque el espacio aéreo se haya abierto nuevamente, y los aeropuertos españoles vuelvan poco a poco a la normalidad, estos días de atrás dejan, además de los afectados personales ya mencionados, nuevas herida en la ya sufrida economía española. Y no sólo hablamos de las pérdidas materiales ocasionadas durante estos últimos días, cuyas estimaciones ya hablan de cientos de millones de euros de pérdidas; sino de la mala imagen ofrecida por España, y recogida por los medios de información más importantes del mundo: The New York Times, The Guardian, etc.
Pensemos un poco en las consecuencias de todo este conflicto.